4. Prácticas políticas y performance. Fernando Fuentes

Estas hojas que voy a leer y las imágenes que veremos están articuladas bajo la idea de montaje. Un montaje que quizá no tenga coherencia en este momento, ni en este lugar. En el que, como plantea Marcelo Expósito, se reúnen cosas diversas en un conjunto fragmentado que denota que no tiene una estructura continúa, desarmando la ilusión de auto coherencia y unidad de la forma y del discurso pero sin dejar la producción de sentido, cosas cuyo choque puede ser pensado en grupo, y que a través de sí nos remite a otro lugar (En entrevista para la revista A-desk, España 2007).

UNO o PUEDE SER DOS o TRES

Parece que el interés por repensar la relación entre arte y política dentro de la institución arte ha resurgido en el territorio mexicano en el último año. Aunque sólo con toques tangenciales la propuesta expositiva La era de la discrepancia. Arte y cultura visual en México 1968-1997 constata que durante la década de los 70 se dieron varias experiencias colectivas que buscaban generar formas de vinculación entre prácticas artísticas y movimientos sociales (aunque resulte tan ambiguo este término) antagonistas en la esfera pública. Otro evento que sirve para denotar este interés es la publicación del libro Frentes, coaliciones y talleres que es una compilación de Alberto Híjar. Lo pienso como un evento porque seguramente movilizará a individuos, grupos y colectivos que se sientan atravesados por las experiencias contenidas en dicho texto, a reflexionar sobre las formas de trabajo que desatan la producción artística de su supuesta autonomía, para reinsertarla en las esferas de lo social y político. Pero también si miramos hacía otros territorios (en donde los dispositivos de legitimación se construyen y exportan) instituciones tan “prestigiosas” como: el Ludwig Museum de Colonia, donde se presentó el proyecto Ex – Argentina:pasos para huir del trabajo al hacer (www.exargenitna.org) o el Museo Fridericianum en Kassel (sede del Documenta) donde se realizó Creatividad Colectiva: Ideas en común para la vida y la política; o la gran, y lo digo porque fue muy grande, exhibición WACK! Arte y la revolución feminista que se hizo en el Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles (http://www.moca.org/wack/); o en plataformas tan importantes como la Bienal de Venecia del 2004, las Documentas X y XI o la Bienal de Berlín, podemos reconocer que se están rescatando propuestas que vinculan prácticas estéticas y políticas. Pero la forma en que he enlistado estas propuestas debe verse con cuidado porque, como escriben en la introducción al número 5 de la revista Brumaria que se publica en Madrid, es una equivocación cito:

“… entremezclar proyectos y fenómenos en el marco de la institución artística que son de naturaleza totalmente diversa, que sin duda están conectados, pero que no deben ser homologados, como, por una parte, la incorporación de ejercicios artísticos con ciertos perfiles sociales o políticos a un determinado régimen de organización y exhibición del sistema del arte (por meritorias, reconocibles y necesarias que sean determinadas iniciativas curatoriales o críticas; que se aprecian aún más en contraste con otros ejemplos oportunistas y banalizantes), y por otro la consecución de proyectos como Ex Argentina o Collective Kreativität, fruto de la voluntad de visibilizar en los espacios institucionales del arte sin restringirse a ellos una serie de experimentaciones en el maridaje arte-política-militancia a partir de procedimientos de investigación, organización y exhibición que se quieren cercanos a la propia naturaleza de las prácticas que cartografían”.

B

Aunque no es la única vía, y quizá sea la más equivocada, voy a recurrir al texto Perform or else! para poder hablar de prácticas políticas desde el performance. El libro que cito es una propuesta de John Mckenzie (Investigador y Profesor en la Universidad de Philadelphia) con la que pretende construir una teoría general del performance que abarque los diversos campos en los que el performance hace tierra. Buscando resarcir los vínculos y cruces entre: performances hechos por artistas y acciones políticas; pero también reconocer cómo las prácticas de ejecutivos y empleados se atraviesan con el desempeño de computadoras y misiles. McKenzie hace este rastreo desde la multiplicidad de significados anglosajones del performance y los aglutina en tres paradigmas: el performance organizacional que cubre desde el rendimiento laboral como forma de control de la productividad y eficacia de los trabajadores hasta procesos organizacionales desarrollados para el mejor desempeño de compañías e instituciones; el performance tecnológico, que conecta entre otras cosas con el funcionamiento, utilidad y durabilidad planeado por ingenieros, técnicos o programadores para la manufactura de diversos aparatos; y el performance cultural. La idea de performance cultural surge de la convergencia de dos tendencias: el empleo del teatro como modelo aplicado desde las ciencias sociales, para estudiar el ritual, la vida cotidiana y otros eventos; y el cuestionamiento que llevaron a cabo artistas y teóricos del arte frente a las formas occidentales de hacer teatro y otras prácticas artísticas. Abarca una gama amplia de actividades que incluyen: teatro tradicional y experimental; rituales y ceremonias; formas populares de entretenimiento como ferias, festivales y desfiles; danza clásica, popular y experimental; el arte de performance; interpretaciones orales de trabajos literarios; prácticas estéticas de la vida cotidiana, como los juegos o la interacción entre sujetos; demostraciones políticas y movimientos sociales. En concreto, desde el performance cultural se nos invita a pensar en la forma en que nos comportamos culturalmente para seguir o para resistir a las formas hegemónicas de control social. Dado el amplio espectro de prácticas que podemos abarcar desde esta otra perspectiva del performance, como escribe Judith Vidiella (académica, investigadora y performancera a ratos de la Universidad de Barcelona), “… podemos reconocer la manera en que el lenguaje de resistencia acompaña y coexiste de forma difícil junto al lenguaje…” de la normativización, de la disciplina. Desde el performance como práctica artística contemporánea el impulso (casi siempre presente), como sigue Judith, “… por unir la transgresión, la resistencia y la liminalidad puede convertirse finalmente en rutina, en una de invocar un estatus permanente de disidencia…” que casi nunca lleva a una práctica de transformación.

Z

Voy a hablarles de algunas acciones de colectivos cuyo trabajo desborda la idea de arte-político. Primero porque ninguno de ellos piensa que su hacer sea únicamente artístico, y porque tampoco son militantes en el sentido clásico. Segundo porque estas acciones no se quedan como denuncia, crítica o contestación a problemáticas sociales y políticas inherentes al capitalismo en su estado actual, sino que se insertan en la potencialidad transformadora de los movimientos antagonistas con quienes trabajan sus propuestas. Como plantea Brian Holmes (Activista e investigador gringo afincado en Francia) en Geopolitcas del hágalo usted mismo, uno de los problemas que emergen de la práctica artística-política, no se queda únicamente en el <> o en el ubicar las jerarquías del poder global, sino también en develar el potencial político de la sociedad, ese potencial que posibilita la transformación de las jerarquías reinantes. Tercero porque la relación que mantienen con grupos, organizaciones e individuos, que conforman nuevas subjetividades políticas, no descansa sobre la figura del artista como el único capaz de conducir experiencias estéticas. Cuarto, como escribe Ana Longoni al referirse a colectivos argentinos, estos grupos han optado por la autoría colectiva y el borramiento de la imagen del artista individual, de su “estilo” y su nombre propio, reemplazado por el anonimato o el nombre genérico. Quinto, sus acciones e intervenciones callejeras; la puesta en circulación de nuevos signos en paredes, espacios destinados a la publicidad o el Internet; su participación en manifestaciones, asambleas y movilizaciones apuntan hacia la reapropiación que hacen del espacio público abriendo la posibilidad de una praxis social desligada del orden social capitalista. Hay algunas otras formas de organización y trabajo que rebasan las formas de hacer política y del hacer artístico, pero seguir enlistándolas podría generar una parálisis a lo que han venido haciendo el colectivo malacalle de México, el argentino Grupo de Arte Callejero y Mujeres Creando de Bolivia. Además ellos también han ido generando su propia historia, para que no la reinventen curadores conocedores de la avidez que hay por el consumo de nuevas experiencias estéticas en el mercado cultural, o teóricos cuya retórica parece inmovilizarles o políticos de izquierda (y derecha) que sólo buscan estetizar sus ideologías y programas políticos desarticulando la horizontalidad en que basan su trabajo estos grupos.

Con esta especie de advertencia intentaré abordar las propuestas sin buscar entablar categorías fijas que amarren tanto lo artístico como lo político a las agotadas versiones institucionales de la relación arte-política. Que por un lado vacían de su carácter transformador-modelador a aquellas experiencias que surgen de prácticas artísticas que entran en colaboración con nuevas formas de subjetividad política y social; mientras que de otro lado saturan los canales de vinculación entre arte-política desde la generación de códigos estetizantes que terminan por normatizar, como apunta Marcelo Expósito “… la generación de nuevos imaginarios … la potencia de los nuevos signos y formas de representación…” (Marcelo Expósito, El arte: lo real, lo político: retornos, 2002) que surgen de prácticas artístico-políticas. De aquí que con estas líneas retome el debate sobre el trinomio arte-política-activismo fuera de la agenda capitalista de la institución arte.

Como no pretendo colonizar las experiencias de estos grupos voy a citar y parafrasear, sólo por el poco tiempo que tengo, la forma en que ellos mismos cuentan lo que hacen.

GAC

Con su trabajo, que inició en 1997, buscan superar las fronteras entre lo artístico y lo político, a partir de la apropiación de espacios públicos. Su trabajo se centra en la tergiversación de los mensajes del sistema, y lo hacen desde la intervención gráfica hasta la acción performática.

Entre octubre de 2004 y septiembre de 2005 se realizaron varias acciones en las que intervenían los blancos de tiro como herramienta de reflexión y acción política. Como se ve en el mapa estas acciones se hicieron con decenas de compañeros en diversos lugares.

Las citas siguientes surgen de la conversación que sostuvieron el grupo de arte callejero y el, también argentino, colectivo situaciones:

La idea de trabajar con las figuras de “los blancos” apareció a lo largo del 2004, en momentos en que las imágenes que hasta entonces habían formado parte de una política resistente de la memoria estaban cambiando su sentido, o ya no lograban articular una sensibilidad capaz de seguir reaccionando frente a los nuevos modos represivos. Estas siluetas surgen para recordar(nos) que lejos de estar a salvo seguimos siendo “blancos”. Blancos móviles. Muestran la manera en que la normalidad perversa actual se instala: convirtiéndonos en blancos…

¿Qué pasa cuando la violencia es pura amenaza, cuando la amenaza es pura violencia? ¿qué pasa cuando esa violencia se prepara en encuestas mediáticas, en comentarios televisivos y hasta en el gesto de los vecinos?, ¿cómo se cocinan, a fuego lento, los estereotipos de los “peligrosos”?

¿A quién le cabe el blanco cuando buena parte de la ciudadanía exige orden a gritos?, ¿cómo se tramita, cuando se activa y quién pone nombre, cada vez, a la ejecución? ¿el aparato de seguridad? Sí, pero: ese aparato no se limita al aparato represivo oficial. Se extiende en la seguridad privada, en las necesidades de seguridad ciudadana, de gobernabilidad pública, de calles transitables… Si todos somos blancos, todos somos convocados, también a delatar…

Siluetas-humanas: evocan el cuerpo como campo de batalla donde se juega el pasaje del terror a la capacidad de crear. Cuerpos en su doble dimensión de aquello que se tortura, humilla, viola, atemoriza, que se compra y vende, que se anula; pero también materia viva capaz de activar, re-accionar, desear, componer, crecer, imaginar, resistir. Cuerpo…Objeto de poderes y sujeto de las rebeliones, obsesión de la explotación y fuente de valor y cooperación; sustancia sensible a la mirada, a la palabra, y término de sujeción o potenciación colectiva.

Intervención en Buenos Aires con los blancos en Marcha de la Resistencia en Diciembre de 2004. (Imágenes 9,10,11 y 12)

Lomas de Zamora, junio 2005. Estos apuntes fueron tomados de la página prensa de frente. El colectivo de artistas populares veintiséis estuvo instalado del 17 de mayo al 23 de junio frente a las puertas de los tribunales de Lomas de Zamora, para exigir justicia por los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki y la brutal represión desatada el 26 de junio del 2002 en Avellaneda. Pegaron las cabezas de los responsables sobre los blancos y armaron un interesante (sic.) tiro al blanco a pedradas contra ellos. Pegarles las cabezas resultó de talleres de afiches (cárteles) que se hicieron entre el GAC y este colectivo. Mientras se realizaban muchas otras actividades. (Imágenes 13,14 y 15)

Córdoba, agosto 2005. “Se realizó en la capital de la provincia una acción callejera y juntada de firmas con el objeto de hacer conocer a la comunidad el Anteproyecto de Ley contra la Violencia hacia las Mujeres para el Siglo XXI creado y propulsado por el Movimiento de Mujeres Córdoba, presentado en la Legislatura Provisional el 25 de Noviembre del 2004. Este Anteproyecto de Ley contempla la prevención, sanción y erradicación de la violencia hacia las mujeres no sólo en el ámbito familiar sino también, y como no de mayor relevancia y novedad, en las relaciones interpersonales, en el ámbito público y en el laboral. El mismo está en tratamiento desde el mes de marzo de este año en la Comisión de la Solidaridad, sin embargo esta comisión aún no se ha expedido. En dicha acción participaron alrededor de sesenta compañeras que utilizaron figuras de mujeres con blancos llevando el lema: “Mujer en Peligro de Muerte”, juntando unas seiscientas firmas, lo cual fue muy favorable para seguir impulsando este proyecto” histerikas_lasmufas_ylasotras@yahoo.com.ar

Medellín, octubre 2004. Vidriera del Comfenalco. Acción realizada con varios grupos de niños en “situación de guerra” en recordatorio de los dos años de la matanza en la Comuna 13, perpetrada por el ejercito colombiano. En el marco del encuentro “Buenos Aires-Medellín se miran”. (Imagen 7)

Berlín, mayo 2005. En el marco de protestas de desempleados en contra de las leyes de trabajo. Que implicaban (desde Enero del mismo año) un recorte de la ayuda social a 345 euros y ‘planes trabajar’ para todos los desempleados. Planes que significan trabajos de 30 horas semanales que se pagan entre 1 euro y 1.70 la hora, principalmente en manufacturas, en limpieza y en el sector social. Quienes se niegan a hacer estos trabajos se arriesgan a que se les recorte o quite la ayuda social. La marcha se dirigió ente otros lugares a ‘Cáritas’ que está empleando y promocionando estos planes. En Alemania hay un 12% de desempleo y el 19% de los berlineses están desempleados”

MUJERES CREANDO

Mujeres Creando no se concibe como un colectivo, sino como un espacio de mujeres…donde confluyen las utopías intuitivas de mujeres campesinas, cocaleras, lesbianas, universitarias, madres, colegialas. No hay fecha exacta en la formación de este espacio. En 1992 sin embargo, se concretó en un lugar físico que tuvo el nombre de Centro Cultural Feminista Café Carcajada, y en el 2005 abrieron otro espacio con el nombre de La Virgen de los deseos. Esta casa tiene la intención de constituirse en un espacio donde confluyan organizaciones de mujeres, trabajadoras del hogar, mujeres en situación de prostitución, etc. y con esto se pretende lograr que las mujeres (no entendiendo la mujer como forma victimizante, sino positiva- potenciadora) se unan en torno a la autonomía, para constituirse en un sujeto social transformador.

[Como ellas mismas escriben este lugar no es “…la sede de un grupo o movimiento, no es un centro cultural, ni siquiera es una casa de mujeres o para mujeres, o una casa autogestionaria…” “La virgen de los deseos es una forma de recoger una estrategia que las mujeres hemos tenido a lo largo de la historia, estrategia que ha pasado por la huida de la reclusión y la construcción de un espacio entre nosotras hacia la sociedad.]

Mujeres Creando rompe con el lenguaje de la izquierda y genera sus propias formas de expresión… los mensajes que producen no tienen la intención de llegar a las capas politizadas de la sociedad, sino a la gente en su cotidianeidad. Empezaron a intervenir en movilizaciones políticas a pesar de las renuencias con las que las miraban los militantes enfrascados en luchas por el poder. Usan la calle como su espacio de batalla.

El hambre de nosotras mismas que tenemos guardada las mujeres es una lucha más ancestral que la misma lucha por la tierra, aunque les ofenda y les chirrie en los oídos es así. El hambre de nosotras mismas que tenemos las mujeres es una lucha más ancestral y más adversa que la lucha por la soberanía.

Sin por ello dejar de entender, vivir y compartir que todas estas luchas son nuestras también, pero que no se ordenan en una columna fálica de prioridades, que no se ordenan en un cuadrado programa político donde el placer, el cuerpo y la libertad de vivirlo y explorarlo jamás entran. La concepción de la política donde el cuerpo de una mujer, de un joven o de un niño es solamente sangre derramada no es nuestra opción. La concepción de la política donde el cuerpo de un hombre sólo entra en la dimensión del héroe, del enemigo o del caudillo no es nuestra opción.

MALACALLE

Multiherramientas en acción no pretende ser la guía del perfecto activismo, ni un molde de luchas en serie tan monótonas como el mismo cotidiano, es una recopilación de experiencias de diferentes grupos, colectivos o individuos que nos muestran con una pizca de creatividad que la calle se convierte en el escenario ideal para hacer públicos nuestros gestos de rebeldía. Que con una chispita de imaginación puede convertirse en un lugar donde intercambiar ideas y conocimientos donde podamos cuestionar lo que es seguro, transfigurando los códigos y símbolos existentes

BIBLIOGRAFÍA

Holmes, Brian (2007) Do-it-yourself Geopolitics (Cartographies of Art in the World) en Stimson, Blake and Sholette, Gregory (eds) (2007) Collectivism after modernism (The art of social imagination after 1945) Minneapolis·London: University of Minnesota Press

Longoni, Ana (2005) La legitimación del arte político en Dario Corbeira y Marcelo Expósito eds (2005) Revista BRUMARIA No. 5 Arte: La imaginación políica radical. Madrid.

Grupo de arte callejero (2005) Blancos móviles. Cuadernillo- Buenos Aires

Mckenzie, Jon (2001) Perform or else: From discipline to performance London and New York – Routledge

MUJERES CREANDO (2005) La virgen de los deseos Buenos Aires-Ediciones Tinta Limón

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