3. Performance y sistema cultural en México. Iris México

Buenas tardes a todos. En estas Jornadas dedicadas a Manrique, me sumo al homenaje a Jorge Alberto Manrique, quien ha estado aquí siempre, un abrazo y un beso y todo el reconocimiento por su labor.

Diversos factores rodean la obra performática en México: política cultural, arte contemporáneo y sus protagonistas. Este análisis rebasa la obra conceptual, en este caso el performance, y lo que busco es dar un enfoque social a fin de que visualicemos la estructura en la que el performance sobrevive en nuestro país. El sistema cultural del performance implica los actores que inciden en: I. Producción. II. Distribución. III. Consumo.


I. Producción

La crítica del arte y el performance, grandes ausencias en estudios profesionales o podrían ser una estrategia turístico-cultural en México: Performance y crítica de arte son moneda común en el sistema artístico, aunque este hecho parece ser ignorado en México, salvo pocas y honrosas excepciones, en las escuelas de enseñanza superior del arte, que carecen de ellas como materias en el plan de estudios, las incluyen como temas de paso, o en la mejor de las situaciones implementan su ejercicio como un taller extracurricular. La falta de una educación artística integral, actualizada, profesional, globalizada y de calidad es una de las razones de que abunden los “performers” y “críticos de arte” improvisados, residuales y amateurs. Algunas instituciones mantienen sus planes de estudios fijos, en vez de adecuarlos a las necesidades cambiantes del tiempo, su falta de renovación los lleva al peñasco de la obsolescencia, se apegan al pasado incluso en sus nombres, por ejemplo, el uso de las palabras “artes plásticas” en vez de “artes visuales”: Escuela Nacional de Artes Plásticas, ENAP, UNAM, Escuela Nacional de Pintura, Grabado y Escultura, La Esmeralda, ENPEG, INBA, Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana, etcétera. Artes plásticas incluye pintura, escultura, gráfica, mientras que Artes visuales incorpora las nuevas tecnologías y lo conceptual como manifestaciones digitales, de la red, performance, etcétera, artes vivas, que los estudiantes están deseosos de conocer de ellas, mientras que parece haber una resistencia institucional. En 1994, con la mudanza de las antiguas escuelas de arte para habitar esta nueva construcción del Centro Nacional de las Artes, se recortó el número de la planta estudiantil; actos como este o como los presupuestos para la educación artística raquíticos y cada vez más peluqueados, forman un sofisticado ejercicio de censura de estado, que afecta el desarrollo del performance. En Estados Unidos los estudios en Crítica y escritura del arte se imparten en diversas instituciones como en la Escuela de Artes de Nueva York, www.schoolofvisualarts.edu, La Maestría en teoría y crítica del arte se imparte en la Escuela del Instituto de Arte de Chicago, en su página web www.artic.edu/ aseguran que impulsan a los estudiantes a pensar más allá de su torre de marfil, traducido a nuestra tierra azteca donde también tenemos muchas torres de marfil en las mentes de los artistas y críticos, hay que ver como bien decía José Luis Cuevas, más allá de la cortina de nopal. El Instituto de Artes de California, www.calarts.edu a través de la Escuela de Estudios Críticos, imparte estudios de crítica, incorporando métodos rigurosos de cuestionamiento y reflexión en el proceso creativo, con el objetivo de desarrollar la creación y el pensamiento crítico. Un M.F.A. en Performance and Interactive Media Arts, se imparte en el Brooklyn College, de Nueva York es un programa cutting-edge en producción artística experimental y transdiciplinaria. www.interactivearts.org Panoramas diferentes. ¿Cuántos años está México atrasado en relación con nuestro vecino norteño en términos de educación artística? Mínimo treinta años. ¿Qué tanto estamos atrasados en relación con Europa? Hace diez años en un viaje que realicé a Alemania, y dado que admiro la obra crítica de Juan Acha, crítico peruano quien radicó y falleció en México, pregunté en las principales librerías por su obra, me miraban sorprendidos, ¡nunca habían oído hablar de él! Ante mi insistencia, me invitaban a deambular por la sección de teoría, por supuesto, con la intención de que ya andando por ahí se me pegará algún otro libro, como no lo encontré, lo buscaron en el inventario, para terminar sugiriéndome: “el nombre es latino, ¿por qué no lo busca en España, allá probablemente lo encuentra”… Fui Madrid y a Islas Canarias, y no sé si sea porque en el aeropuerto madrileño y en la ciudad de turismo duty free la crítica no esta muy en boga, el caso es que ante la ausencia de Acha terminé comprando “The art of seduction” de Robert Greene. El idioma y la geopolítica son razones que influyen en la educación y en la producción artística. El inglés favorece el aprendizaje y la distribución internacional, y si de español se trata, la meca es Madrid, para de ahí partir a la distribución Iberoaméricana. Probablemente las reglas de la red permitan atajos en esta normatividad. Quiero imaginar que existe la posibilidad ya sea por iniciativa gubernamental, empresarial o de la sociedad civil, de fomentar la educación artística profesional de una forma que los gringos y los europeos se vengan de turistas o mojados a México con tal de actualizarse en el performance y la crítica de arte. Brindo porque ese momento llegue algún día.

Algunos académicos de performance, pueden ser o son un virus educativo en la enseñanza o en el aprendizaje performático: Entre los nacidos en los 50, que empezaron su carrera artística en los 70 en México, y vivieron en la época de los hippies, el rock, el amor y la paz, contamos a algunos artistas de performance radicales como Melquíades Herrera. Hubo protagonistas propositivos, quienes gustaban de los excesos de la época: sexo, drogas, alcohol, lo que ocasiono la muerte de algunos por sida, cirrosis, suicidio, diabetes, sobredosis, etcétera. Entre los sobrevivientes, algunos se dedican a la enseñanza del performance, son más conservadores y habitan en las academias de universidades, instituciones, academias, cumplen con su trabajo muchas veces más por gusto que por dinero, ya que los honorarios en materia de la academia artística son de bajos a medios. El problema empieza cuando estos colegas de aquellos que fueron radicales marginales al sistema, se presentan como si ellos fueran los “meros gruesos, artistas radicales”, porque esta versión tiene su “atractivo James Dean”, y sostienen esta versión frente a los estudiantes que están empezando a aprender de qué se trata el arte. Algunas personas que se dedican a dar clases de performance y que son la consideradas “pioneras y expertas del performance en México”: Maris Bustamante, Mónica Mayer, Araceli Zúñiga, Maria Eugenia Chellet, y varios académicos más, caen en los vicios del “club de los elogios mutuos”. Además de el problema que implica una tergiversación histórica, el punto es que esto frena la verdadera educación artística, ya que están más ocupados en vender la versión engrandecida, boleada y barnizada de ellos mismos: “yo hice este proyecto, y soy pionera del performance, y conocí a fulanito y menganito”, que en brindarles a los estudiantes herramientas críticas, históricas, estéticas, espirituales y para fomentar que ellos ejerzan no solamente la recepción de la información sino la búsqueda del conocimiento por ellos mismos, el aprendizaje. Cuando se revisa de forma crítica el fundamento y la trascendencia de obra performática (independientemente de la académica o documental) de estas personas, aparece deslucida, y se cae mucho más si es comparada con la de performers de la talla de Joseph Beuys, Name June Paik, Jas Ban Ader, Fluxus. O si hablamos de artistas relacionados con México: Francys Alis, Guillermo Gómez Peña. Es triste darnos cuenta que incluso escuelas de arte como La Esmeralda son muy conservadoras. El hecho de que espacios institucionales como el ExTeresa tratan de acotar la contracultura es un arma de doble filo. El ego, el hueso, el favoritismo, el proteccionismo, lo políticamente correcto ha perneado la academia mexicana como un virus que bloquea lo distinto, lo original, el debate y la polémica. En Estados Unidos los radicales genuinos de los sesenta fallecieron en su mayoría, mientras que los académicos que fueron sus contemporáneos inundaron las instituciones haciendo creer que son “izquierdistas peligrosos” cuando en realidad son obreros de la cultura oficial y evitan todo tipo de olas. Hay demasiada “reforma” educativa en mano de los neoconservadores. La única forma de que la enseñanza y la producción del arte este viva y pujante es con libertad de expresión, actitudes informadas, críticas y renovadoras. La solución es que los académicos, estudiantes y artistas liberales denuncien la podredumbre dónde y cómo esté y fomenten el libre pensamiento y la libre expresión. Todo el que se preocupe por el futuro del arte en México tiene el derecho democrático a exigir calidad en la enseñanza, y si no logra mejorar en su momento el nivel de su enseñanza performática, siempre puede abrazar el aprendizaje: hacer de Internet, de la biblioteca, los colegas, la agenda cultural, su profesora, afianzarse a la fe artística, a la libertad de expresión como bandera y a la perseverancia para sobrevivir y aprender en la experiencia.

El performer, una isla entre colegas o parte integrada a un equipo cultural y a la sociedad: Los creadores muchas veces son seres introvertidos, solitarios, habitantes del mito de “el artista dotado y ermitaño” y se dicen a sí mismos anacoretas con orgullo, son introvertidos, en cuanto a expresión corporal, verbal o social se trata, principalmente los creadores cuya obra puede ser producida en lo individual, como son los de artes plásticas, literatura, música. Tienden a ser más sociables los artistas cuya creación depende de un equipo: danza, teatro o cine. El performer navega entre ambos ya que muchas veces parte de las artes visuales o conceptuales, y se nutre de herramientas escénicas. En ocasiones, como con Gurrola, el camino parece partir de la escena para aterrizar en lo visual, sin embargo, surgió en la arquitectura. Los colegas del performer pueden incluir más performers, fotógrafos, videoastas, vestuaristas, maquillistas, escenográfos, técnicos de iluminación, músicos, artistas visuales, etcétera… Hay performers que gustan trabajar “en solitario”, y otros que prefieren convocar grandes equipos. Algunos gustan de presentarse frente a público real, y otros de exhibir únicamente la documentación de su propuesta, ya sea por videos, Internet, multimedios, o medios de comunicación. Trabajar en conjunto implica manejar información de promoción cultural (planeación, administración, gestión y difusión de proyectos), lograr tanto liderazgo como comunicación eficiente, y muy importante, claridad en cuestión de egos, autorías y créditos. La naturaleza humana podría hacernos y hacer a nuestros equipos de trabajo: variables, desconfiados, quisquillosos, desorientados, sin conducción, paralizados. Gran parte de los actores del arte en México continuamos dentro de “la laguna límbica” un limbo del arte mexicano. No procuramos conocemos lo suficiente entre los colegas nacionales ni entre los centro o suramericanos, latinoamericanos, iberoamericanos, o incluso, conocer la obra de “ese otro” que puede ser letón, ruso, chino, árabe, etcétera. Nos ignoramos los unos a los otros con absoluta persistencia. Quienes están interesados en trabajar en equipo se capacitan a fin de encontrar la forma de colaborar coordinadamente. Cada vez es más común escuchar hablar de gestión cultural, mercadotecnia para las artes y autogestión. ¿Cuántos nombres de performers mexicanos logras mencionar?, yo les hago la pregunta a todos ustedes, y otra pregunta ¿cuántos nombres de cantantes pop logras mencionar? :-) Si por azares del destino logras que el número de performers supere al de los entertainments, son unos terribles, fantásticos fans del performance. Sin embargo la moneda mediática y de la memoria común cae más hacia el lado del espectáculo que al del arte. Entre los performers mexicanos (sin hacer ejercicio de la crítica) podemos mencionar a: Felipe Ehrenberg, Carlos-Blas Galindo, Eloy Tarcisio, Roberto de la Torre, Carlos Jaurena, Melquíades Herrera, César Martínez, Guillermo Gómez Peña, Violeta Luna, Elvira Santamaría, Teresa Margolles, Minerva Cuevas Jesusa Rodríguez, Tito Vasconcelos, Astrid Hadad, La Congelada de Uva, Lorena Orozco, Pancho López, Theresa López, Lorena Wolffer, Katnira Bello (quien abrió la mesa de hoy), Lorena Méndez (aquí presente, que hoy es el ocho mes de su baby), Niña Yhared, Ema Villanueva, Carmelita Tropicana, Nao Bustamante, Luis Alfaro, Andrea Ferreira, Gabriela Olivo, Elizabeth Romero, Katia Tirado, Edith Medina, Diana Olalde (Toti), Georgina Arizpe, Marcela Quiroga, Pilar Villela, Andrea Ferreira, Laura García, Yolanda Segura, Mario Rangel, Ulises Mora, Víctor Martínez… (Víctor Sulser también aquí presente) y muchos más que han sido participes de los eventos y las notas de arte acción.

Los individuos somos criaturas sociales, nos buscamos unos a otros y en realidad, necesitamos esta interacción. Aunque algunos consideren en un errado darwinismo artístico que el artista es un ser superior al resto de la humanidad y por ende esta justificado el tratar a los demás con desdén, incluso estas personas esconden detrás de su aparente superioridad una necesidad que sólo puede ser satisfecha a través de otros: Afecto, Afiliación, Reconocimiento, Intercambio de ideas y Valor personal. Valor personal ya que nos vemos a nosotros mismos en términos de los demás, los procesos sociales son procesos de crecimiento personal. Todo proyecto artístico para lograr una propuesta integral y un proceso social deseable de producción, distribución y consumo, necesita de trabajo en equipo, de establecer enlaces y relaciones de afecto.

Distribución

Los teóricos y su actitud peyorativa hacia el performance o los teóricos y creadores impulsando el performance mexicano: Hay un grave problema en la teoría mexicana del arte en universidades, centros de investigación y publicaciones; un ínfimo porcentaje de teóricos se interesa en los artistas contemporáneos de performance, y al mismo tiempo, existen muy pocos espacios que remuneren económicamente esta actividad. La crítica parte de su enfoque en lo contemporáneo, ya que cualquier análisis hacia el pasado deviene en historia. El que un teórico elija historiar en vez de ejercer la crítica probablemente se debe a que el filtro del tiempo facilita “atinarle” a un buen tema de investigación y reflexión, es decir, a un artista de nombre, en vez de arriesgarse “apostando” para ver quién de los contemporáneos logrará destacar en un futuro. El temor a equivocarse, perder tiempo, tinta u honorarios pueden frenar los impulsos de los científicos sociales a involucrarse con las propuestas emergentes. Existen acercamientos teóricos que sin pretender tasar la trascendencia de las obras actuales, parten del arte como tema para realizar diversos textos: creaciones literarias, que son una obra de lenguaje a partir de una obra conceptual o visual: textos “psicológicos”, o “simbólicos” en relación con la metafísica de las piezas. Artículos, entrevistas, crónicas periodísticas, trabajos documentales, antologías, etcétera. En ocasiones, lo que genera una convivencia armónica entre crítico y performer, es que sea la misma persona quien ejerza las dos actividades. En el contexto de la crítica de arte contemporáneo, contamos con críticos sociológicos o científicos, que analizan objetivamente los valores y la trascendencia de la obra. Especialistas en identificar y expresar los elementos propios de las artes visuales y conceptuales, así como del sistema artístico en su sociedad, por lo que hacen una crítica real y profesional.

Tips para el performer: 1. Periódicamente, conforme la producción personal logra avances, es pertinente realizar carpetas de la obra y hacerlas llegar a los teóricos. 2. Cuando necesite un texto, hay que solicitarlo en horas y días hábiles (aunque el teórico esté en año sabático en su casa de campo), y por lo menos con un mes de anticipación. 3. Agradecer siempre el texto (aún cuando no sea favorable), publicarlo integro (respetando incluso las partes que no le agradan) y siempre con los créditos correspondientes. 4. Cumplir escrupulosamente con pagar los honorarios del teórico (generalmente cobran por cuartilla y en relación con su reconocimiento en el medio) ya sea en efectivo o en especie que podría ser con obra de su autoría. Recordar que más allá de conseguir un texto, lo ideal es cultivar una relación profesional. 5. Superar la crítica, recordar que se refiere a la obra de cierto momento, y que como artista puede recibir otras perspectivas del mismo proyecto, generar nueva obra, al final del día, reconocer no solo de dicho, sino también de hecho, la pluralidad y la libertad de expresión y crítica.

Tips para el teórico: 1. Ser autocrítico en sus textos a fin de garantizar la calidad, tanto en contenido como en redacción, ritmo, gramática, ortografía, presentación, puntualidad, congruencia entre lo escrito y lo que se desea decir, etcétera. 2. Conservar la ética profesional en lo concerniente a derechos de autor. 3. Mantenerse al día en la información de teoría del arte y de la cultura nacional e internacional, es conveniente conocer inglés y algún otro idioma (francés, alemán, etcétera), así como relacionarse con sus colegas. 4. Cuestionarse siempre en términos artísticos, estéticos, históricos, críticos, semióticos, sociales, políticos y de diversas índoles.

Necesitamos actores culturales valientes, informados, activos en su gremio, para impulsar la distribución artística y el desarrollo de públicos. El desarrollo del arte se beneficia cuando los performers son asiduos lectores de los teóricos contemporáneos, y estos son público de los artistas. Es un acto de servicio, solidaridad, compromiso y camaradería. Este objetivo puede impulsarse desde los diversos sectores sociales relacionados con las artes actuales a fin de fortalecerlas. Generar redes entre los creadores y profesionales sociales facilitará tender puentes con el público. Si se preguntan: ¿Cuántos nombres de teóricos sociales que escriben de arte actual logran mencionar?, y también se cuestionan ¿cuántos nombres de actores de televisión logran mencionar? :-) Lamentablemente suele ganar el número del espectáculo. Entre los teóricos de arte mexicanos encontramos: a quien están dedicadas estas jornadas, Jorge Alberto Manrique… Juan Acha, Carlos-Blas Galindo, (aquí presente) Víctor Sosa, Luis Rius (quien también es miembro de AICA aunque no lo hemos visto por aquí), Luis Carlos Emerich, Raquel Tibol, Teresa del Conde, Adolfo Sánchez Vázquez, Alberto Hijar (quien presento uno de sus más recientes libros hace unos días justo en esta Aula Magna), Irene Herner (quien ayer nos dio una ponencia espléndida), Xavier Moyssén Lechuga, Ingrid Suckaer, Berta Taracena, Josefina Alcazar, Pablo Helguera, Fernando Fuentes, Macario Matus, Merry MacMasters, Héctor Miranda, Leonor Morales, Matty Roca, Silvia Segarra, Nuria Balcells, Beatriz Huidobro, María Lagunes… así la lista continúa extensamente.

El performer, fuera o dentro del círculo de curadores y espacios de exposición

Un performer distribuye sus acciones en ferias, bienales, museos, galerías, centros culturales, etcétera. Se presenta gratuitamente o con honorarios (becas, invitaciones pagadas, patrocinio). Cada vez más las políticas culturales tienen que ver con estrategias económicas. La tendencia es que la cultura para elites va quedando en manos de la iniciativa privada. El gobierno busca, a través del arte, legitimidad y consenso, al presentarse como representante de la historia nacional. Las empresas buscan obtener lucro y construir a través de la cultura de punta, renovadora, una imagen “no interesada” de su expansión económica. En México el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes es el principal organismo federal que otorga recursos para las artes. El gobierno de la ciudad de México cuenta con programas como “Artes por todas partes” que apoyan proyectos culturales. Algunos estados organizan festivales y eventos importantes como El Cervantino en Guanajuato, o InSite en Tijuana. El arte, como la publicidad, se basa en la mentira y en la seducción, así como en estrategias aspiracionales como exigir el mejor trato, rodearse de aquellos que le facilitan ascender en la escala profesional y mantener elegancia y glamour. Los curadores eligen a los artistas de sus proyectos, entre otras causas, para contagiarse del prestigio de estos, por lo que una vez que un performer es reconocido, y a menos que su apogeo creativo vaya en declive, sabe que su presencia favorece al curador, mientras que un artista en busca de legitimación y relevancia generalmente busca ser invitado a eventos colectivos, antes de lograr presentaciones individuales. El curador además de ser la autoridad conceptual de las exposiciones o eventos al determinar el discurso, las obras y los creadores participantes, suele combinar conocimientos de arte con habilidades financieras, de forma que logre un evento de calidad cultural con el financiamiento adecuado. Las instituciones suelen ser hábiles para disimular la censura que les permite evitar manifestaciones que puedan resultar ofensivas o perjudiciales para su institución, por ejemplo, aludiendo discrepancias temáticas. Por lo tanto, el performer elige a) realizar obras de temática mainstream a fin de facilitar su acceso al sistema, b) apostarle a propuestas contraculturales, que si tienen la suficiente calidad, podrían ingresar al medio en mediano plazo. A fin de lograr penetrar en los espacios y los presupuestos del sistema, el performer debe tener una estrategia de promoción que incluye relaciones con directores de los espacios, curadores, periodistas de los medios, así como el realizar constantemente propuestas y proyectos susceptibles de ganar estímulos económicos. Es benéfico tomar cursos de computación, administración, gestión, publicidad, etcétera.

Documentos del performance: Es vital considerar la documentación de la obra ya sea en video-performance, fotografías, catálogo, cd o dvd multimedia, etcétera. Actualmente el avance de la tecnología digital ha facilitado el acceso a diversas modalidades documentales. El artista, en la medida en que los recursos económicos se lo permitan, le favorece hacer circular periódicamente la documentación de su obra tanto con profesionales del medio, como en espacios de información (bibliotecas especializadas), investigación (centros de investigación de artes visuales), educación (escuelas profesionales), etcétera. Estos productos también pueden ser ediciones de autor y devenir coleccionables a la venta.

El Consumo

Coleccionistas, mecenas, patrocinadores: Los coleccionistas especializados en performance atesoran los registros de la acción, como hobby o por inversión, para competir con otros coleccionistas, por aspiraciones curatoriales, o filantropía pura. Por lo general, buscan obras de buen “nivel” para lo que se asesoran con críticos de arte. Algunos coleccionistas son miembros de la mesa directiva de un museo, o destacados integrantes de asociaciones, por lo que influyen en la programación de eventos, y puede darse el caso que incidan en las decisiones para favorecer apariciones de los protagonistas de su colección, lo que ayudará a que incremente el valor de la misma. A medida que aumente el reconocimiento del medio: invitaciones a bienales y exposiciones, reseñas en revistas internacionales, presencia en colecciones, podemos decir que se valida un performer.

El performance guettizado o el performance que surge de e influye en la sociedad:

La filosofía, la estética, la semiótica y otras disciplinas teóricas, generan cuestionamientos que parten de lo propio performance y analizan tanto los procesos sociales de los que surge y a los cuales influye. Por ejemplo, los temas contemporáneos como globalización, calentamiento global, manipulación corporal, realidad y vida virtual influyen la creación actual, y así mismo, estas manifestaciones creativas detonan reacciones sociales que pernean en la subjetividad social y en las estéticas culturales.


Bibliografía:

-Pablo Helguera, Manual de estilo del arte contemporáneo, México, Ed. Tumbona, 2005.

-Camille Paglia, “una carta abierta a los estudiantes de Harvard” del libro Vamps y Tramps, España, Valdemar, 2001.

-Iris Mexico, “Un tostón de arte mexicano” libro digital publicado por la revista discurso visual nueva época, número 3. Primera edición México, 2005.


http://discursovisual.cenart.gob.mx/anteriores/dvwebne03/numero3.htm




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